Instituto InterCement cumple 3 años en pro de las comunidades

¿Qué hace una compañía ser única? ¿Qué la diferencia de sus competidores y vivir en las mentes y los corazones de sus consumidores? ¿Qué la hace tan relevante en su segmento de actuación que la fortalece en los momentos más turbulentos e inciertos? La respuesta a esas indagaciones, en mi opinión, está en la claridad de propósito. Si la compañía tiene claridad de que sirve a la sociedad por medio de su producto o servicio y que esa servidumbre es para mejorar la calidad de vida de las personas en esa sociedad, es capaz de atraer a los mejores talentos, mejores aliados y proveedores, fidelizar mejores clientes y actuar en localidades que son fortalecidas a partir de su presencia local.

Ésta es la parte de la aspiración de InterCement que hace tres años creó su Instituto como vehículo para innovar en el campo social y, con eso, producir y distribuir cemento con mayor impacto social positivo alineando sus esfuerzos con los Objetivos de Desarrollo Sustentable, particularmente, el primero, que es la reducción de la pobreza.

InterCement, presente en ocho países y 38 comunidades, cuyo 80% es de pequeño o mediano tamaño, identifica una oportunidad de transformación local cuando alía su negocio a las necesidades y potencialidades de esa localidad. Una de las principales potencialidades es sus equipos de alta performance con alto grado de compromiso social y la creación de plataformas favorece la actuación transformadora por medio de los CIVICOs (comités de incentivo al voluntariado e interacción comunitaria), los CDCs (comités de desarrollo comunitario) y GAIVs (grupos de acción ideal voluntario), en los que la intención y la acción de hecho generan impacto.

Mucho antes de la creación del Instituto InterCement, la compañía estimuló la práctica ciudadana por medio del estímulo al voluntariado. Ya fueron 10 años de actuación en el Día de Hacer el Bien, una gran campaña de movilización comunitaria a favor de la práctica de la ciudadanía y que ya generó reformas de plazas, escuelas, comedores, asilos y bibliotecas públicas, además de reformas en instituciones privadas que sirven poblaciones de escasos recursos. Las intervenciones físicas no fueron las únicas porque en estos 10 años se vivieron experiencias conjuntas que acercaron mundos, rompieron barreras, superaron prejuicios… Servir al otro, entender su punto de vista, ejercer la capacidad de ser empático, transformaron a cada uno de nosotros que se dispuso a ser voluntario y es casi unánime en los testimonios recogidos que recibimos mucho más que lo que donamos…

La capacidad de movilizar personas y recursos alrededor de un objetivo común con base en planificación, ejecución y evaluación del proceso y resultado significa que con cada Día de Hacer el Bien se suman más personas y triplican la cantidad de voluntarios a más allá de los empleados de InterCement. ¡Y no para por ahí! El Día de Hacer el Bien fue concebido para concientizar a los empleados en primer lugar acerca de las posibilidades y potencialidades de la actuación voluntaria y, para darle continuidad a los que son sensibilizados, el Instituto ofrece una plataforma de participación: se forman Grupos de Acción Ideal Voluntario con empleados y no empleados de InterCement y que de forma autónoma organizan su acción de voluntariado continuo. Anualmente, los GAIVs pueden enviar sus acciones para la apreciación del Premio Idealista, reconocimiento por las horas dedicadas y transformadas en resultados para la organización aliada. Actualmente, son más de 80 GAIVs en acción continuada apoyando organizaciones, escuelas, puestos de salud y escuelas técnicas de las 38 comunidades donde estamos presentes. Aprendemos con esta pluralidad de actuación que los desafíos de las organizaciones circunvecinas de nuestras operaciones son pasibles de superación cuando se alinean deseo, coraje y disciplina en su ejecución. Aprendemos que la articulación de aliados que tejen una red de apoyo transforma las acciones puntuales en acciones sustentables y tenemos plazas activas, escuelas y puestos de salud funcionales, escuelas técnicas ampliadas, para poner en evidencia el impacto generado a partir de la acción colectiva de ciudadanos motivados con la mejora de su comunidad.

En 2017, tuvimos la adhesión de 3.700 colaboradores en por lo menos una acción de nuestras iniciativas de Desarrollo Comunitario, lo que representa casi el 50% del total de personal de la empresa adhiriéndose a una causa. Los mejores benchmarks empresariales señalan una participación del 10% de los colaboradores en Días de Voluntariado, ¡lo que hace de InterCement una empresa de ciudadanía increíblemente activa! Son 576 acciones continuadas de voluntariado, lo que es motivo de orgullo y fuente de inspiración para que otros recorran un camino parecido.

Buscamos innovar constantemente al incorporar nuevos conceptos y volver a evaluar continuamente nuestras operaciones, realizando el máximo de oportunidades para las comunidades y contribuyendo al fortalecimiento de personas comprometidas con la superación de sus desafíos. En Brasil, hemos capacitado a organizaciones de cultura y deportes para presentar proyectos de incentivo fiscal que pueden contar con apoyo del ICMS, ampliando así las fuentes de recursos financieros para dichas acciones. En Argentina, nuestros empleados están apoyando escuelas técnicas para enviar propuestas para modernizar y renovar sus equipos a partir de un crédito fiscal concedido a las empresas. En Mozambique, nuestros GAIVs están enseñando a las escuelas a planificar la mejora de su espacio físico a partir de un proyecto de calificación del espacio como lúdico. En Sudáfrica, los Community Trusts (comités de desarrollo comunitario liderados por la comunidad) ya se adhirieron a la lógica de la definición de criterios para elegir los proyectos con mayor adherencia a las necesidades y principios de desarrollo. En Cabo Verde la articulación de una red en pro de la primera infancia ante los ministerios de Salud, Educación, Familia e Inclusión Social, primera dama, UNICEF, OMS y organizaciones sociales tales Aldeais Infantis y Acarinhar, organizan la Semana del Bebé y contribuyen a articular los servicios en pro de la primera infancia. En Paraguay, está constituida una red semejante en una acción que se realizará a fin de mes y el Día de Hacer el Bien en alianza con una organización que atiende a personas con discapacidades, se reformó una plaza pública en Villa Hayes, ¡convirtiéndose así en la segunda plaza pública inclusiva de Paraguay! En Portugal, acciones de emergencia como en respuesta a los incendios demostraron la capacidad de respuesta rápida local y campañas para recaudar libros para enviar a CV demuestra la capacidad de la solidaridad para más allá de las fronteras.

Reflexionando bien, el camino hasta acá es increíble y por eso seguiremos fortaleciendo el voluntariado transformador y con foco en las potencialidades de los territorios donde estamos presentes para promover el desarrollo comunitario. Junto a nuestros aliados, clientes, proveedores y, sobre todo, nuestros empleados, anhelamos aumentar cada vez más esta red de transformación social y dejar un legado de soluciones innovadoras que contribuyan a la reducción de la pobreza.

Carla Duprat

Directora del Instituto InterCement

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